Según la
nutricionista Kathryn O'Sullivan, la famosa barriga cervecera sería
otro de los muchos mitos asociados a nuestra querida cerveza. Según
explica la doctora británica en su informe “Beer & Calories; a
scientific review” no hay evidencias científicas que relacionen la
obesidad con el consumo de cerveza ya que ésta aporta menos calorías
que otras bebidas como el vino, refrescos azucarados y algunos zumos.
Llega incluso a sugerir que incluso la cerveza puede incluirse en
algunas dietas de adelgazamiento como sustitutivo de bebidas más
calóricas. También nos recuerda que la cerveza contiene
vitaminas, fibra, antioxidantes y minerales necesarios para
una dieta sana. Dicho todo esto hay que recordar que se ha de
consumir la cerveza con moderación.
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