Cuando se habla de cerveza checa, pocos nombres despiertan tanto respeto y orgullo nacional como Budějovický Budvar. Esta cerveza, originaria de la ciudad de České Budějovice (conocida en alemán como Budweis), es mucho más que una bebida: representa siglos de tradición, identidad y una batalla internacional por el derecho a su nombre
Un legado que nace en Bohemia
La historia de Budějovický Budvar comienza oficialmente en 1895, cuando se fundó la Budějovický Budvar, Národní Podnik (Fábrica Nacional de Budvar). Sin embargo, la tradición cervecera de České Budějovice se remonta al siglo XIII, cuando el rey Ottokar II de Bohemia concedió a la ciudad el derecho a elaborar cerveza. Desde entonces, Budweis fue conocida por producir cervezas de alta calidad, elaboradas con agua pura de manantial, lúpulo de Žatec (Saaz) y cebada morava.
La receta del equilibrio perfecto
Budějovický Budvar se elabora siguiendo métodos tradicionales que resaltan la autenticidad checa. Es una lager tipo pilsner con un color dorado intenso, espuma densa y un equilibrio perfecto entre el dulzor de la malta y el amargor del lúpulo Saaz.
Su fermentación lenta y su maduración prolongada —hasta 90 días— le confieren un cuerpo redondo, un aroma floral y un sabor limpio y persistente, con un toque ligeramente herbáceo.
Esta atención al detalle y el respeto por el proceso artesanal la distinguen de otras cervezas industriales, convirtiéndola en un emblema de calidad dentro y fuera de la República Checa.
Una disputa global: Budvar vs. Budweiser
Uno de los aspectos más curiosos de Budějovický Budvar es su larga disputa legal con la multinacional estadounidense Anheuser-Busch, fabricante de la cerveza Budweiser.
Ambas reclaman el derecho a usar el nombre “Budweiser”, ya que deriva de “Budweis”, el nombre alemán de České Budějovice.
Durante más de un siglo, ambas marcas han librado batallas judiciales en decenas de países. En Europa, Budějovický Budvar mantiene los derechos sobre el nombre Budweiser Budvar, mientras que en Estados Unidos y otros mercados la cerveza se comercializa bajo el nombre Czechvar.
Esta lucha ha reforzado el aura de autenticidad de Budvar, vista por muchos como la “verdadera Budweiser” de Bohemia.
Símbolo nacional y embajadora del sabor checo
Hoy, Budějovický Budvar sigue siendo una empresa estatal, algo poco común en la industria cervecera moderna. El gobierno checo la considera un símbolo del patrimonio nacional y ha resistido las presiones para privatizarla o venderla a corporaciones extranjeras.
La cervecería produce varios tipos de cerveza —lager clásica, dark lager, non-alcoholic y especialidades estacionales— y exporta a más de 80 países.
Visitar la fábrica en České Budějovice es una experiencia imperdible para los amantes de la cerveza: un recorrido por sus bodegas subterráneas, el aroma a malta fresca y, por supuesto, la posibilidad de degustar una Budvar directamente del tanque.
Conclusión
Budějovický Budvar es más que una cerveza: es la historia viva de una nación que defiende su tradición cervecera con orgullo. En cada sorbo se percibe el equilibrio entre arte, paciencia y respeto por la herencia bohemia.
Ya sea bajo el nombre de Budvar o Czechvar, esta lager checa sigue recordando al mundo que las mejores cervezas no solo se beben, sino que también se sienten.

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